Redoble, redoble es una jota y, como tal, una canción tradicional de ritmo ternario, siendo el compás de 3/8 el más apropiado para su escritura musical, aunque también puede escribirse en 6/8, dependiendo de donde hagan los acentos los intérpretes. Comienza en anacrusa, destacando su poco habitual intervalo de inicio, de 6ª mayor.

La armonía de esta canción se ajusta a los acordes tonales de I y V grados, es decir, de tónica y de dominante. Los grupos de folklore la suelen interpretar en la tonalidad de La mayor, siendo los acordes de La y de Mi los que se utilizan para acompañar la melodía. En este caso el solista siempre es un hombre. También es interesante la tonalidad de Sol mayor para su interpretación, sobre todo para su uso en contextos educativos o si la canción se utiliza en una ronda o en un pasacalle. Un tono más grave permite cantar más tiempo en la calle, la intervención de más solistas y no forzar demasiado la voz ante una situación de canto prolongado. También es más adecuado para que sean mujeres las que canten la copla.

Su forma es de copla-estribillo. Contrasta el discurso melódico entre ambas partes, la primera más enérgica dejando paso al estribillo más melódico, favorecido por sus intervalos conjuntos. Su línea melódica es descendente y encuentra el final resolviendo la sensible hacia la tónica, lo que da una sensación totalmente concluyente, apoyado por la cadencia perfecta.

Para el baile, la canción se inicia con un estribillo instrumental y otro cantado. Tras ellos se interpreta una secuencia de copla-estribillo-copla-estribillo-copla. Para finalizar se canta un estribillo, y uno o dos instrumentales, según consenso entre rondalla y grupo de baile. El paso más habitual en este baile es el de vals, sin brincar. Algunos lo interpretan como un paso más apropiado para una sociedad urbana y recatada como la cacereña, frente a la de los pueblos, más abierta y espontánea, que exteriorizaba más sus emociones con el paso más brincado. Otros pasos son: el de vueltas, los cruces de frente o mirándose, el paseíllo y el triángulo. La autoría de este baile, como de muchos otros de nuestro folklore, hay que situarlo en la Sección Femenina.

En el canto es habitual que el estribillo lo interprete el grupo, mientras la copla se deja en manos de un solista. Dado que la tonalidad habitual de La mayor se ajusta más a la voz de hombre, suele ser uno de ellos el que canta las coplas.

Miguel Manzano recoge la misma melodía y el mismo texto de Redoble, redoble en una jota de las localidades leonesas de Campohermoso y Valdoré (1993, Cancionero leonés, Vol.I, Tomo II, pág. 215). Esta melodía se mantiene idéntica, en la Jota del Palancar de la localidad extremeña de Valle de Santa Ana («A la jota, jota, jota del lugar, que bailan los mozos en el Palancar; en el Palancar, en el Palancar, a la jota, jota, jota del lugar»). Se puede escuchar (https://www.youtube.com/watch?v=TcgcUNqJyjs ). y ver su baile en: También tenemos esta misma melodía en la canción pedagógica La costurera y el reloj, recogida en Piornal («Una costurera sentadita al sol, cantaba las horas que daba el reloj, contaba las doce, las once y las diez, las nueve, las ocho, las siete, las seis, las cinco, las cuatro, las tres y las dos, la una y la media que daba el reloj»), incluida en la revista nº 13 de Saber Popular. La melodía del estribillo de Redoble, redoble, nos aparece, con algunos cambios, en canciones del folklore de otras zonas españolas, a veces bastante alejadas, como Canarias. Es el caso de Parranda canaria, que podemos escuchar en una versión interpretada Los Sabandeños

La secuencia melódica propia del estribillo de esta jota resulta tan recurrente que incluso, con algunas variaciones, la podemos localizar en el tercer movimiento de la 7ª sinfonía de Beethoven. Juzguen ustedes mismos:

Por el contrario, la melodía de la copla es difícil encontrarla en otras canciones, teniendo un carácter más puramente local.

En cuanto al texto de la canción, la copla utiliza cantares en base a estrofas de cuatro versos octosílabos con la extendida rima de romance, asonante en los pares y sin rima en los impares (-a-a). Aunque en el baile se suelen cantar tres de las coplas de esta jota, son cuatro las más conocidas: «Los del la calle Caleros / se lavan con aguardiente, / los de Caminito llano / con agüita de a fuente», «Los señores de levita / se mueren por las de moño / por eso a las señoritas / se las llevan los demonios», «Los del Caminito llano / la multa les van a echar / por tener en los zaguanes / las tinajas de la cal», «Esta es la jota de Cáceres / que bailan las cacereñas / mucho me gusta la jota / pero más me gustan ellas».

La primera copla de esta canción se inicia a veces con: «Los del Caminito Llano / se lavan con aguardiente…» y otras con: «Los de la calle Caleros / se lavan con aguardiente…». La primera se puede encontrar, por ejemplo, en el cancionero de Ángela Capdevielle. Además, tiene más sentido ya que, tradicionalmente, era en la calle Camino Llano, de entrada en la ciudad, donde se situaban la mayor parte de tabernas, mientras la calle Caleros era la calle donde vivían los trabajadores del gremio de la cal. Nosotros hemos optado por la segunda por ser la más tradicional y la más apropiada desde una lógica etnomusicológica.

El estribillo siempre lleva la misma letra. Se trata de una estrofa de cuatro versos dodecasílabos, con rima del primero con el segundo y del tercero con el cuarto (AABB). También podría verse como un estribillo con dos cuartetas hexasílabas, con cambio de rima de la una a la otra (abab bcac).

Desde el punto de vista etnomusicológico, llama la atención que aún siendo Cáceres una ciudad que tiene a la Virgen de la Montaña como uno de sus principales claves identitarias, no se trata esta de una jota cacereña a su patrona, como suele ser habitual en muchas otras localidades extremeñas, sino de una jota más de tema social, donde, por ejemplo, se habla de la rivalidad entre clases sociales: «las del moño» (clase baja y trabajadora) frente a «las señoritas»; los de la Calle Caleros frente a los del Camino llano.