LA SERRANA DE LA VERA
La Serrana de la Vera es uno de los romances tradicionales más extendido y más versionado de cuantos existen. La versión que presentamos en Folkloreando es de las más interpretadas en la comarca cacereña de la Vera, muy similar a la cantada por el folklorista Joaquín Díaz, aunque con algunos cambios melódicos.
La recogemos en la tonalidad de Re mayor, con los acordes fundamentales de Re, La y Sol. Su ritmo se ajusta al compás de 3/8 y su forma es estrófica.
Este romance sitúa su trama en las alturas de Tormantos (extremo occidental de la Sierra de Gredos), entre las dos localidades cacereñas de Garganta la Olla, de donde sería originaria la joven que protagoniza la leyenda, y Piornal, donde estaría situada una de sus cuevas, junto a la fuente de Oliva Martín. También se habla de una cueva en Garganta la Olla, cerca del puente de Pivilla, en la garganta Mayor.
El romance cuenta la historia de la Serrana, una mujer que vive en la sierra y mata a todos los hombres que pasan cerca de su cueva. La leyenda va más atrás en el tiempo, hasta una joven garganteña mancillada por un muchacho placentino, de noble estirpe, que la corteja hasta poseerla y después la abandona, no sin antes publicarlo a los cuatro vientos. Tristemente, en aquella época no era raro que la joven deshonrada fuera obligada a salir de la familia. Ella se refugia en la sierra, donde se adapta a vivir en unas condiciones muy duras; por un lado, por las inclemencias del tiempo, y por otro, por la presencia en ella de animales peligrosos como víboras, osos y lobos.
La leyenda de esta mujer tiene su base antropológica en el mito de la mujer asesina que sirve a la comunidad para mantener el orden social, siendo una amenaza para los hombres trasnochadores, borrachos, infieles y violentos, que se desvían del camino establecido por la sociedad. Se trata de un mito muy extendido en Europa e Iberoamérica, con personajes similares al de la Serrana de la Vera, como la Siguanaba iberoamericana, la Xtabai maya, la Cegua costarricense, las Empusas griegas, las Lavanderas gallegas y asturianas o las Lamias vascas, entre otros.
Tras esta historia se esconde un caso evidente de desigualdad de género, siendo la mujer la que carga con todas las culpas: la de haberse entregado a un hombre antes del matrimonio; la de, por ello, haber deshonrado a su familia; y la de haber matado a los hombres que, muy posiblemente, se encontraran con ella en la sierra y la violaran.
Han escrito sobre la leyenda de la Serrana de la Vera autores de la talla de Caro Baroja, García Matos, Plubio Hurtado, Manuel Machado, Menéndez Pelayo, Menéndez Pidal o Miguel de Unamuno, entre otros. Señalamos, asimismo, obras de teatro con el título de La Serrana de la Vera de escritores tan prestigiosos como Lope de Vega o Vélez de Vegara.
– Muérdago folk, actuación en Arenas de San Pedro, en 2010:
– Versión del romance de la Serrana de la Vera incluido en la novela La Dama de la Sierra (2023), de Sebastián Díaz, interpretada por el propio autor, con una letra diferente a la del romance que recogemos en Folkloreando
– Joaquín Díaz, 1978 (presenta algunas variaciones melódicas):
– Alalumbre folk, 2014 (presenta algunas variaciones melódicas):
